A Simple 3-Step Strategy to Support Your Child When They Are Upset
As parents, we have all experienced moments when our child is overwhelmed by big emotions—crying, resisting routines, or refusing to cooperate. In these moments, our instinct might be to rush to calm them down, fix the problem, or explain why they should not feel that way. However, what children need most is to feel understood. Emotional validation helps them feel safe, heard, and connected.
Emotional validation sends three core messages:
- They are being heard.
- They are being understood.
- Their feelings are accepted.
Here is a simple three-step framework you can use every time your child is upset, especially during common challenges like bedtime or nap routines.
Step 1: Validate Their Emotions
Begin by acknowledging your child’s feelings. This does not mean agreeing with their behavior, but simply recognizing their emotional experience.
Examples:
- “Are you sad because you want me to stay closer?”
- “I understand that you are frustrated because you want to keep playing.”
- “I know you feel upset that it is time for sleep.”
Avoid dismissive phrases such as:
- “You’re fine.”
- “There’s no reason to cry.”
- “Stop making a fuss.”
Validation calms the emotional brain and opens the door to cooperation.
Step 2: Be Firm With Your Decision
After acknowledging their feelings, state your boundary clearly and calmly. This teaches children that all feelings are allowed, while limits and routines still stand.
Examples:
- “We are going to turn off the light now.”
- “I am going to stay in the hallway while you fall asleep.”
- “You are going to stay in bed while your body rests.”
Important: Do not use the word “but” between steps 1 and 2.
For example, avoid: “I know you are upset, but it is bedtime.”
Using “but” cancels the validation. Instead, pause after step 1, then continue to step 2.
Step 3: Offer Two Realistic Choices
Choices give children a sense of control within the boundaries, reducing power struggles. Offer only options you can genuinely follow through on.
Bedtime or naptime examples:
- “Do you want to read this book or this one?”
- “Do you want me to rub your back or hold your hand for a minute before we turn the lights off?”
- “Do you want the nightlight on or off?”
- “Do you want to tuck yourself in, or do you want me to do it?”
Example in Action
Your child is upset because they want the parent to lie in bed with them.
Parent Response:
- Validate: “I understand that you are upset because you want me to stay in the bed with you. It is okay to feel upset.”
- Set boundary: “I am going to sit by the door while you fall asleep.”
- Offer a choice: “Do you want me to hum a song or be quiet while you fall asleep?”
Why This Works
- It builds emotional security and trust.
- It models healthy emotional communication.
- It reduces power struggles.
- It teaches children emotional regulation skills.
- It maintains boundaries without conflict.
Using emotional validation during challenging moments does not make you permissive—it actually strengthens your role as a calm, confident leader. With practice, this approach turns emotional meltdowns into moments of connection and learning.
If you would like more bedtime-specific examples or scripts for particular situations like separation anxiety, night wakings, or nap resistance, I would be happy to help.
Una sencilla estrategia de 3 pasos para apoyar a tu hijo cuando está alterado
Como padres, todos hemos vivido momentos en los que nuestros hijos se sienten abrumados por emociones intensas: llanto, resistencia a las rutinas o falta de cooperación. En esas situaciones, nuestro instinto puede ser calmarlos rápidamente, solucionar el problema o explicarles por qué no deberían sentirse así. Sin embargo, lo que los niños más necesitan es sentirse comprendidos.
La validación emocional les ayuda a sentirse seguros, escuchados y conectados.
La validación emocional transmite tres mensajes fundamentales:
- Están siendo escuchados.
- Están siendo comprendidos.
- Sus emociones son aceptadas.
A continuación, encontrarás un sencillo marco de tres pasos que puedes usar cada vez que tu hijo esté alterado, especialmente durante desafíos comunes como la hora de dormir o las siestas.
Paso 1: Valida sus emociones
Comienza reconociendo lo que tu hijo está sintiendo. Esto no significa estar de acuerdo con su comportamiento, sino simplemente reconocer su experiencia emocional.
Ejemplos:
- “¿Estás triste porque quieres que me quede más cerca?”
- “Entiendo que estás frustrado porque quieres seguir jugando.”
- “Sé que te molesta que ya sea hora de dormir.”
Evita frases que resten importancia a lo que sienten, como:
- “Estás bien.”
- “No hay razón para llorar.”
- “No hagas un escándalo.”
La validación calma el cerebro emocional y abre la puerta a la cooperación.
Paso 2: Mantente firme en tu decisión
Después de reconocer sus emociones, expresa tu límite de forma clara y tranquila. Esto enseña a los niños que todas las emociones son válidas, pero que los límites y rutinas siguen en pie.
Ejemplos:
- “Ahora vamos a apagar la luz.”
- “Voy a quedarme en el pasillo mientras te duermes.”
- “Vas a quedarte en la cama mientras tu cuerpo descansa.”
Importante: No uses la palabra “pero” entre los pasos 1 y 2.
Por ejemplo, evita: “Sé que estás molesto, pero es hora de dormir.”
Usar “pero” invalida lo que acabas de reconocer. En su lugar, haz una pausa después del paso 1 y luego continúa con el paso 2.
Paso 3: Ofrece dos opciones realistas
Dar opciones les devuelve a los niños una sensación de control dentro de los límites establecidos, reduciendo luchas de poder. Ofrece únicamente opciones que realmente estés dispuesto a cumplir.
Ejemplos para la hora de dormir o la siesta:
- “¿Quieres leer este libro o este otro?”
- “¿Quieres que te acaricie la espalda o que te dé la mano por un minuto antes de apagar la luz?”
- “¿Quieres dormir con la luz de noche encendida o apagada?”
- “¿Quieres arroparte tú o quieres que yo te arrope?”
Ejemplo en acción
Tu hijo está molesto porque quiere que te acuestes con él en la cama.
Respuesta del adulto:
- Valida: “Entiendo que estás molesto porque quieres que me quede en la cama contigo. Está bien sentirse así.”
- Pon el límite: “Voy a sentarme junto a la puerta mientras te duermes.”
- Ofrece una opción: “¿Quieres que te tararee una canción o que guarde silencio mientras te duermes?”
Por qué funciona
- Construye seguridad emocional y confianza.
- Modela una comunicación emocional saludable.
- Reduce luchas de poder.
- Enseña habilidades de regulación emocional.
- Mantiene los límites sin conflicto.
Usar la validación emocional en momentos difíciles no te convierte en un padre permisivo; al contrario, fortalece tu rol como un líder tranquilo y seguro. Con práctica, este enfoque transforma las rabietas y tensiones en oportunidades de conexión y aprendizaje.
Si deseas más ejemplos específicos sobre la hora de dormir o guiones para situaciones como ansiedad por separación, despertares nocturnos o resistencia a la siesta, estaré encantado de ayudarte.




