Most toddlers are ready to give up their morning nap between 15 and 18 months, and nearly all children go through the “one nap is too little, two naps are too many” phase. All you can do is make the transition as smooth as possible, although even in the best-case scenario, a child may be cranky and out-of-sorts for two or three weeks.
Your toddler has reached this milestone when they:
• Consistently gets 10 to 11 hours of uninterrupted sleep at night. If they are not, work on improving nighttime sleep before you tackle the nap change.
• Consistently takes longer and longer to fall asleep for her morning nap.
• Consistently takes increasingly shorter morning naps or sleeps for too long in the morning and then refuses an afternoon nap.
Once you see these changes in your child’s sleep and nap behavior for at least 10 to 14 days straight, you can start the process of dropping their morning nap. It should take only 7 to 10 days.
- Gradually push their morning nap later—until around 11:00 a.m. for two days, then 11:30 for a couple of days, then noon, and so on. You can even do 15 mins each day. Don’t let the nap get stuck in the late morning. Some kids can adapt more quickly to a noon nap time and others need to go slower. Watch your child. Your goal is for the afternoon nap to start between 12:30 and 1:00 and last at least 2¼ to 2½ hours.
- If your toddler sleeps for only an hour and wakes up tired, then try to soothe and resettle them back to sleep. If all else fails, use one of your emergency techniques, like putting them in the car or stroller. Do not let them sleep past 4:00 or 4:30 p.m., so as not to disrupt her bedtime.
- Try to get your child to bed earlier than usual for two weeks or so during the transition—like 7:00 p.m.—to cushion them from being overtired.
- Be open to an occasional “two-nap day.” If during the transition your child seems too tired, it’s okay to let them nap twice—just limit the morning snooze to 45 minutes.
- If your child is in childcare or preschool part of the time, try to synchronize the afternoon nap at home with the timetable at school (assuming they start their nap at school between 12:00 and 1:00 p.m.
La mayoría de los niños están listos para dejar su siesta de la mañana entre los 15 y los 18 meses, y casi todos los niños pasan por la fase de “una siesta es muy poco, dos siestas son demasiadas”. Lo mejor que puedes hacer es que la transición sea lo más suave posible, aunque incluso en el mejor de los casos, puede que tu hijo esté de mal humor durante dos o tres semanas.
Se encuentra en este punto cuando:
- Constantemente duerme de 10 a 11 horas ininterrumpidas por la noche. Si no es así, esfuérzate por mejorar el sueño nocturno antes de abordar el cambio de siesta.
- Constantemente tarda cada vez más en conciliar el sueño para su siesta de la mañana.
- Constantemente su primera siesta es cada vez más corta o duerme demasiado por la mañana y luego se niega a tomar una siesta por la tarde.
- Una vez que veas estos cambios en tu hijo durante al menos 10 a 14 días seguidos, puedes comenzar el proceso para dejar una siesta. El proceso debería tomar de 7 a 10 días.
- Mueve gradualmente su siesta de la mañana a más tarde, alrededor de las 11:00 a.m. durante dos días, luego a las 11:30 durante un par de días, luego al mediodía, y así sucesivamente. Incluso puedes moverla 15 minutos por día. No dejes que la siesta se ataré a última hora de la mañana (11 am). Algunos niños pueden adaptarse más rápidamente a la hora de la siesta del mediodía y otros necesitan ir más despacio. Observa a tu hijo. Tu objetivo es que la siesta de la tarde comience entre las 12:30 y la 1:00 p.m. y dure al menos entre 2 horas y un ¼ y 2 horas y ½.
- Si durante la transición tu niño duerme solo una hora y se despierta cansado, intenta calmarlo y darle oportunidad de que vuelva a dormir. Si todo lo demás falla, usa una de sus técnicas de siesta de emergencia, por ejemplo subirlos al carro o en la carriola. No lo dejes dormir después de las 4:00 o 4:30 p.m., para no afectar su hora de acostarse.
- Trata de hacer que tu hijo se acueste antes de lo habitual durante aproximadamente dos semanas durante la transición, como a las 7:00 p.m., para evitar que se canse demasiado.
- Considera la posibilidad de tener “un día de 2 siestas” ocasional. Si durante la transición tu hijo parece estar demasiado cansado, está bien dejarlo dormir dos veces, simplemente limita la siesta de la mañana a 45 minutos.
- Si tu hijo está en la guardería la mayor parte del tiempo, intenta sincronizar la siesta de la tarde en casa con el horario de la escuela (suponiendo que comience la siesta en la escuela entre las 12:00 y la 1:00 p.m.)
Information by “The Sleep Lady”